El proyecto piloto proMETEO Sevilla volverá a categorizar las olas de calor que se produzcan en la capital hispalense a lo largo de 2023 en función de su peligrosidad para la población y, en particular, para las personas más vulnerables. El sistema piloto desarrollado y testado durante el verano de 2022 por el Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Foundation, en colaboración con la Universidad de Sevilla y el Ayuntamiento de Sevilla, seguirá ofreciendo datos a lo largo de toda la temporada cálida para incrementar el grado de concienciación e información de la población y favorecer a la toma de decisiones por parte de las Administraciones públicas. De esta manera, Sevilla se convierte de nuevo en laboratorio urbano de resiliencia ante el cambio climático.
Así, y como ya ocurrió con la ola de calor Zoe que tuvo lugar entre los días 24 y 26 de julio del pasado año, se categorizarán los periodos de temperaturas extremas en función de sus consecuencias posibles sobre la salud y se les dará nombre a aquellas que pudieran suponer un mayor impacto, favoreciendo la toma de medidas efectivas frente a las altas temperaturas. En este caso, ya hay designadas los nombres para las posibles olas de calor que se produzcan en 2023: Yago Sevilla y Xenia Sevilla, que, tras Zoe, seguirán el orden inverso del alfabeto español. Al igual que sucede con otros fenómenos meteorológicos extremos, como los tornados o los huracanes, el hecho de nombrar a las olas de calor con mayor impacto esperado sobre la población permite su correcta identificación y toma de medidas de protección por parte de las Administraciones y la ciudadanía, principalmente entre colectivos vulnerables como mayores, personas con enfermedades o niños, entre otros.
Nuevas medidas de coordinación y comunicación
En este sentido, el Ayuntamiento de Sevilla, a través de sus áreas de Salud, Hábitat Urbano y Participación Ciudadana, incorporará en este verano las previsiones que arroje el proyecto piloto proMETEO Sevilla para adoptar medidas tempranas ante el calor extremo con acciones centradas en la mejora de la comunicación con la población, entre otras, de manera que se convierta a Sevilla en un ejemplo de buenas prácticas frente al calor.
De igual manera, y a lo largo de todo el verano, se prevé el desarrollo de iniciativas de concienciación e información en espacios como centros de mayores y en lugares con elevadas concentraciones de personas.
Está demostrado que la exposición al calor extremo puede provocar deshidratación, mareos, agotamiento, pérdida de conciencia y otras emergencias médicas. Para afrontar esta situación, los avisos que se lancen desde la web y las redes sociales del proyecto piloto proMETEO Sevilla, en coordinación con el Ayuntamiento de Sevilla, instarán a tomar medidas preventivas y cuidar a aquellas personas del entorno familiar o personal que pueden ser más vulnerables (adultos mayores de 65 años, mujeres embarazadas, niños y especialmente bebés, personas con afecciones médicas preexistentes o enfermedades crónicas, personas dependientes o en riesgo de exclusión). También se recordará a la población que nadie es ajeno al calor extremo, ya que incluso las personas jóvenes y mejor preparadas físicamente pueden verse afectadas por las altas temperaturas, a pesar de no considerar que pueden ser vulnerables.
Sistema de clasificación visual de las olas de calor proMETEO Sevilla en función de sus posibles efectos adversos
El sistema piloto en el que se basa proMETEO Sevilla monitoriza y examina la previsión meteorológica partiendo del análisis de las condiciones climáticas específicas de Sevilla a lo largo de su historia, así como de los datos de salud y mortalidad. De este modo, el equipo de expertos ha desarrollado un algoritmo que diariamente analiza el estado de los episodios de calor y los relaciona con los posibles riesgos e impactos sobre la salud atendiendo a diferentes variables: la temperatura máxima; la temperatura mínima, relacionada con la falta de alivio nocturno; la humedad relativa; la duración del episodio de calor y las características del tiempo antes de darse el episodio.
Estos factores permiten que el sistema de monitorización del proyecto piloto proMETEO Sevilla determine el nivel de gravedad y riesgos del fenómeno meteorológico en relación con las posibles afecciones a la salud de la población y se clasifique atendiendo a cinco niveles: riesgo muy elevado, riesgo elevado, impacto medio, impacto medio-bajo y sin impacto. Cada nivel de riesgo se corresponde con un sistema visual de información y con una serie de recomendaciones.