Los efectos del cambio climático son evidentes más allá de los veranos y del aumento de la intensidad y frecuencia de las olas de calor. Desde la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) ya se ha advertido, por ejemplo, que el otoño de 2022 también será más cálido de lo habitual en España. Sobre todo, en la vertiente mediterránea y en las Islas Baleares. En Europa, se espera un otoño igualmente “muy cálido” en el Mediterráneo occidental y en el norte del continente.
Pero, ¿qué implica este concepto de otoño cálido? Entre otros efectos, los especialistas advierten que puede empeorar la situación de sequía, conlleva un mayor riesgo de que se produzcan lluvias torrenciales y afectará a los ciclos de especies y cultivos que están en la base de nuestra economía.
Más evaporación de agua
De confirmarse las previsiones, un otoño con temperaturas más altas de lo normal agravará la situación de sequía. Se debe a que se mantendrá cierto nivel de evaporación del agua, sin que las lluvias que puedan producirse sean suficientes para reponer las reservas como sería necesario. Además, se apunta a que estas precipitaciones estarán por debajo de lo habitual, sobre todo en el noreste de España.
La nieve se retrasa
Si el otoño cálido se mantiene ya cerca del invierno retrasará, a su vez, la llegada de la nieve. Ésta es importante cuando los embalses están a un tercio de su capacidad y decenas de humedales y cauces se han secado o están a punto de hacerlo.
Más temperatura en el mar y mas riesgo de lluvia torrencial
La prolongación de las temperaturas elevadas en el Mar Mediterráneo, y después de los datos de récord este verano, puede favorecer que se produzcan lluvias torrenciales. Éstas causan más daños, sin contribuir a la mejora de las reservas hídricas. Asimismo, una temperatura alta del mar se relaciona con los medicanes o huracanes del Mediterráneo.
El calentamiento se acelera en España
Con este otoño cálido se confirma una tendencia que ya es conocida. Como revelan diversos estudios, entre ellos el Informe sobre el Estado del Clima en España en 2021, siete de los diez años más cálidos registrados en España desde 1961 se han concentrado en la última década.
Ese documento también recoge datos sobre fenología o de cómo los cambios climáticos condicionan los ciclos biológicos de animales y plantas. La escasez de precipitaciones en otoño de 2021 ya causó pérdidas en el olivar y mermó cosechas de arroz y girasol.
Asimismo, las altas temperaturas en el arranque de la estación aceleraron la maduración de cultivos como la vid más al norte, lo que obligó a adelantar la recolección.
Efectos en nuestros paisajes y ecosistemas
En relación a los efectos del calentamiento, hay otro interesante estudio sobre la evolución temporal de los climas en España entre 1951 y 2020.
Éste concluye que los climas de tipo árido en España casi se han duplicado desde mediados del siglo pasado, al avanzar una media de 1.517 kilómetros cuadrados al año, frente al retroceso de los templados y los fríos.
Ha coincidido con un calentamiento que, en la península, se estima en 1,4º C desde los años 50 y un descenso del 12% en las precipitaciones. Los otoños cálidos han sido solo un eslabón más de la cadena.