La nueva edición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) ha finalizado con diversas conclusiones positivas, aunque los problemas siguen existiendo. La 27ª Convención Marco de la ONU se ha celebrado en la ciudad de Sharm el-Sheij (Egipto), donde se dieron cita numerosos jefes de Estado, ministros, alcaldes, negociadores, activistas climáticos, directores ejecutivos y representantes de la sociedad civil.
Esta nueva edición, que ha tenido por lema “Juntos por la implementación”, se ha basado en los resultados obtenidos en la COP26 en relación a las medidas a adoptar para hacer frente a los problemas climáticos que presenta el planeta cada vez de manera más acusada.
En aquella COP26 se trataron cuestiones esenciales tales como la reducción de emisiones, adaptación a las consecuencias del cambio climático, el fortalecimiento de la resiliencia o incluso los compromisos de financiación para llevar a cabo acciones.
Tras la COP27, se han establecido algunos puntos positivos, no obstante, siguen existiendo grandes problemas que, a día de hoy, todavía no se ha encontrado solución para ellos.
Puntos positivos de la COP27
La COP27 ha tenido como principal objetivo conseguir que los países participantes vuelvan a renovar su solidaridad, con el fin de cumplir con el histórico Acuerdo de París. En esta ocasión, se han tratado algunos puntos positivos que abren una puerta hacia la esperanza.
Entre otros, la nueva ola geopolítica está ayudando a que mejore la comprensión del problema y que, entre todos, se busquen soluciones efectivas para el mismo.
También se presentó la Agenda de Bridgetown, acompañada de la agenda de trabajo conjunta del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. A través de la Agenda de Bridgetown se pretende reformar el sistema financiero con el fin de que los países en desarrollo no se vean obligados a elegir entre invertir en resiliencia, transición energética y la adaptación al clima o utilizar sus propios presupuestos para pagar las cargas de la deuda. Este ha sido uno de los puntos más importantes el cual, se tratará en una cumbre en París el próximo mes de junio.
En la COP27 ha vuelto a ser protagonista el concepto Greenwashing que se define como la obligatoriedad de las empresas a dar respuesta a la nueva normativa de las Naciones Unidas y garantizar programas eficaces para reducir las emisiones de CO2.
En este encuentro también se establecieron algunos acuerdos sobre las energías limpias y se asentaron las bases para la celebración de la COP15 del Convenio sobre la Biodiversidad que tendrá lugar en Montreal.
Los problemas continúan
A pesar de estos avances positivos, el planeta sigue presentando serios problemas en relación al cambio climático y a todo lo que le rodea.
En primer lugar, hoy en día los organismos y mandatarios mantienen su preocupación sobre las personas que han experimentado daños o pérdidas a consecuencia del cambio climático, sin embargo, no se centran en que dejen de ocurrir esas situaciones, en vez de compensar a los que las sufren.
Por otro lado, no se han implementado de manera concreta las acciones a llevar a cabo para mitigar el impacto del cambio climático y tampoco se han abordado temas como el uso de combustibles fósiles.
De igual modo, el conocido como escenario de 1,5 grados, que se planteó en la COP21, sigue siendo una meta aún sin alcanzar. Esta iniciativa partía del objetivo internacional de que, en el futuro, se limitara el calentamiento del planeta en 1,5 grados Celsius, es decir, 2,7 Fahrenheit. Esto supondría reducir o incluso evitar algunos efectos negativos en el clima, sin embargo, siguen sin definirse las acciones para llegar finalmente a este objetivo general.